Ps. Claudia Cisneros Ortiz
Directora de
Sentido y Esencia – Centro de Desarrollo Integral de Personas y Organizaciones
sentidoyesencia@gmail.com
– Tel. 987113657
En la actualidad existe una falta de atención a las emociones que surgen en el interior de muchas organizaciones - y es que con el estrés, objetivos cada vez más altos que cumplir, lo que hace la competencia, cambios organizacionales, el estilo de gestión de los mandos, los problemas de comunicación interpersonal, el día que cada vez parece pasar más rápido, etc. – olvidamos que somos Seres Humanos, y que más allá de realizar una función y cumplir objetivos, somos Seres Emocionales.
Lograste
una meta, la satisfacción y adrenalina te inundan, sientes alegría, euforia y
motivación... Te llamaron la atención por no haber presentado un informe a
tiempo, y sientes que tu corazón se agita, y te embarga la desesperanza y la
tristeza... Eres testigo de algo que consideras injusto y si te atreves a
expresarlo te arriesgas a perder tu puesto o a una sanción, y decides callar, y
te guardas tu rabia e impotencia… ¿Te has puesto a pensar cuánta atención le
ponemos a nuestras emociones cotidianamente en el trabajo?, y si le sumas las
emociones que surgen en tu entorno personal y familiar, entonces podrás darte
cuenta de que todo el tiempo estamos sintiendo. La emoción se
registra a nivel intrapersonal, y podemos elegir compartirla con otros o
guardarla. Cuando acumulamos emociones, más aún si éstas son tristeza, rabia,
impotencia, celos, etc. corremos el riesgo de enfermarnos psíquica, corporal, o
socialmente, lo que muchas veces tiene un impacto desfavorable en nuestras
relaciones interpersonales.
Una organización emocionalmente saludable, es la que brinda espacios para la expresión, escucha, aceptación de las emociones y atención a la vida integral de sus colaboradores. Parece sencillo de conseguir, sin embargo requiere de un proceso de transformación humana para crear nuevas formas de contacto y relación.
Las empresas están compuestas por personas, y algunas veces las personas llevan al entorno laboral todos sus asuntos personales no resueltos; muchas veces repiten sin darse cuenta modelos de interacción disfuncionales que aprendieron en entornos laborales previos o en sus familias, insatisfacciones calladas, celos profesionales, etc., y todo esto genera situaciones de estrés para la propia persona, y además puede afectar los vínculos con sus compañeros.
Una organización emocionalmente saludable, es la que brinda espacios para la expresión, escucha, aceptación de las emociones y atención a la vida integral de sus colaboradores. Parece sencillo de conseguir, sin embargo requiere de un proceso de transformación humana para crear nuevas formas de contacto y relación.
Las empresas están compuestas por personas, y algunas veces las personas llevan al entorno laboral todos sus asuntos personales no resueltos; muchas veces repiten sin darse cuenta modelos de interacción disfuncionales que aprendieron en entornos laborales previos o en sus familias, insatisfacciones calladas, celos profesionales, etc., y todo esto genera situaciones de estrés para la propia persona, y además puede afectar los vínculos con sus compañeros.
Prestarle
atención al componente emocional, es de vital importancia si se desea lograr
equipos de trabajo motivados y comprometidos. No existen emociones positivas o
negativas, simplemente existen emociones que debemos aprender a mirar y a
atender en el momento que surgen para evitar conflictos posteriores. Existen
formas de gestionar espacios de crecimiento personal y grupal al interior de
las empresas, que parten del aprendizaje de estilos de comunicación creativos,
atención a los procesos de contacto – retirada,
y una forma más auténtica y horizontal de relacionarse entre todos. La
Terapia Gestalt, el Psicodrama y la Arteterapia Gestáltica, aplicados a las
Organizaciones, nos abren un mundo de nuevas posibilidades de intervenir en la
generación de Salud Emocional, para que las personas se conviertan en agentes
de cambio que humanicen y sensibilicen al a veces tan frío mundo empresarial.
Copyright . Prohibida la copia o reproducción sin autorización expresa de Claudia Cisneros Ortiz